Segundo café del día. Apenas una hora en el curro. El sueño fichó conmigo esta mañana. Doy vueltas a la cucharilla sin pensar en nada concreto. De fondo mis compañeros mantienen una conversación que aún no sé de que trata. Quizá de accidentes de tráfico. Peticiones de los de arriba. El partido del domingo. Las fiestas de los pueblos. No sé muy bien. Tampoco identifico la voz que pronuncia una frase mil veces oída: para muestra, un botón. Vacía coletilla que de inmediato me lleva a mil sitios a la vez, y a ninguno en especial. En todos los lugares dos cosas en común: tú a mi lado y él delante. Grande, único, imperecedero, genial, … ¿Qué te voy a decir yo si soy, como tú, fan, pero fan, fan? Badajoz, Bilbao, Madrid, Valladolid, Barcelona, San Sebatián… Cientos de kilómetros devorados sin pensar, siguiendo una pasión. Un gran viaje que comenzó en una cola en pleno centro del foro hace ya unos años. Y que, por suerte, aún no ha acabado. Llegamos tarde, muy tarde, niña. Pero hemos intentado recuperar el tiempo quemando ruedas y haciendo locuras en horas que se convertían en fines de semana. Tanto hemos recuperado que seríamos capaces de repetir el espectáculo en perfecto orden. Esa función en la que aún nos reímos con las mismas gracias: ¡Fiesta!. Ésa que no sé si volveremos a ver cómo tal. Pero seguro que llegarán nuevos espectáculos. Y nosotras seguiremos allí. Disfrutando, emocionándonos y apoyando, aunque sea desde el obligado silencio. Sabes que no te puedo prometer nada. Mi nueva situación me impide pensar en un futuro que vaya más allá de la semana que estoy viviendo. Pero ten claro, niña, que el lunes repetimos. Aunque no oigamos que para muestra, un botón. Cuatro palabras que me han alegrado la mañana. Doy la última vuelta al café y lo apuro de un trago. Toca currar. Pero para esa hora, yo ya he estado en mil sitios. Y todo en apenas unos segundos. Sonrío recordando. A ti. A él. A una forma de vida. ¿Repetimos?